Vianco me llamó ese día

Sábado 23 de septiembre. Una noche que prometía muchas cosas, y la fueron, por así decirlo.

Esa mañana, mientras despachaba asuntos del «cierre» de los fines de semana, recibí una llamada de esas que le alegran el día a uno. Nadie más y nadie menos que Vianco Martínez. El mismo que yo conocí hace un par de años en un evento de COPRESIDA en Bayahibe, y de quien admiré -años después- su valentía al enfrentársele al que luego vendría siendo su jefe, Humberto Salazar, al no aceptar ayudarlo «políticamente» como parte de sus funciones en la entidad.

El mismo de quien siempre he visto en actitudes positivas y comentarios favorables. El mismo del que me había sentido orgulloso de compartir profesión varias veces.

Vianco llamó y -entre otras cosas que no vienen al caso- estuvimos comentando sobre el Festival de Poesía en la Montaña. Me dijo que él no se considera poeta, pero que iba «a escuchar a los que realmente saben de eso». Que, aunque él siempre había tratado de incluir rasgos de poesía en sus crónicas, mejor se iba a un rinconcito a disfrutárselo completo. Le dije que nos veríamos allá y que estaba contento de contar con su presencia durante el performance que iba a hacer.

Eso fue el mismo día que ocurrió lo que ya todos conocemos. Esa noche, a Vianco Martínez se le vejó por ejercer su trabajo. No tengo que entrar en detalles, puesto que mucho se ha hablado del asunto.

Esa noche quedó marcado que Vianco no pudiese ir la semana siguiente a Jarabacoa y empezase una jornada digna de los salmones (por aquello de nadar contra corriente) en defensa suya y de nuestra clase.

Ahora que el Colegio Dominicano de Periodistas convoca a una marcha en solidaridad suya y de otros compañeros que se encuentran en situaciones similares, quiero, a través de mi Catarsis, elevar un reclamo de justicia y respeto, no sólo para él, sino para todos nosotros.

Vianco somos todos. Ojalá y el CDP sepa asumir el compromiso histórico que tiene frente a sí mismo y frente a quienes eventualmente estamos llamados a engrosar sus filas.

Es muy posible que yo no pueda estar de cuerpo presente apoyando la manifestación (sólo a una entidad que parece estar de espaldas a sus miembros se le ocurre convocar a una marcha un MARTES a las 9 DE LA MAÑANA, hora en que casi todos los periodistas vinculados a los medios estamos empezando las labores), pero vaya desde aquí mi apoyo.

Catarsis, catarsis.

«Esta es mi verdad y con mi vida la defiendo».

Un comentario en “Vianco me llamó ese día

  1. Arriba!! que nada nos detenga…
    Me enorgullece leer todo esto en defensa de nuestra clase, porque tal cual escribes, Vianco somos todos.

    Desde aquí mi apoyo!

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