La lengua es, bien lo han dicho, el castigo del cuerpo. Por ella, según la fábula de Esopo y su amo, pueden crearse y destruirse reputaciones. Este doble filo no parece ser entendido por Amable Aristy, quien no termina de hacer como su «colega» (por lo de candidato) Miguel Vargas y mantener la boca cerrada, por aquello de que en la misma no entran moscas.
Clave Digital nos trae en portada como noticia principal la reacción del recién electo (de una manera no muy transparente que digamos) candidato del Partido Reformista Social Cristiano ante las declaraciones de Julio César Castaños Guzmán, presidente de la Junta Central Electoral, en el sentido de que las campañas largas se convierten en una larga aspiradora que succiona una gran cantidad de recursos económicos, con prácticas como la de entregar de dinero a personas de escasos recursos.