El compañero de trabajo (y de bebederas) Pachico Tejada, publica hoy una nota muy interesante que deja ver (a los que no la conocen) el inmenso corazón y el sentido del arte que tiene nuestra amiga Margaret Sosa, quien se encuentra «retenida» (no utilicemos el término presa por favor) en Tarija, Bolivia, acusada injustamente de provocar disturbios (sí, este es un término muy subjetivo y apasionado, me estoy tomando esa libertad).
Pachico cita unas declaraciones de Alfredo Caraballo, de la Bienal de Teatro Grupal, quien se ha estado comunicando con los muchachos. Quiero incluír estas aquí.
«los jóvenes actores reciben comida de los moradores de la comunidad, quienes se han solidarizado con la causa de los artistas dominicanos«.
Me siento orgulloso de considerarme amigo de Margaret. Me agrada saber que, aún en la oscuridad de los problemas por los que están atravesando allá, ella ha sabido mantener intacto su espíritu de solidaridad y decidió hacer arte, incluso en las peores circunstancias.
Hacia ella y hacia Richardson vayan mis deseos de que todo se solucione hoy.
Catarsis Catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».