…Ni tampoco es tradición mía que la Catarsis se acompañe de poesía. Pero es que hoy la melancolía ha encontrado cobijo en mis lares y eso, sumado al mucho trabajo que se me ha acumulado para este final de semana, me tiene así, como mirando al infinito con los ojos vidriados. Entonces vino a mí Ana Belén, vestida de Lorca, y me trajo un regalo que quiero compartir con ustedes. Es el «Romance de la Pena Negra«. Las gracias a Enna por haber leído aquella poesía en la Peña y Trova y a Claudio por abrirme los ojos a semejante joya musical.
«Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!»
Catarsis Catarsis. Una vez más, hasta creérmelo. //