En días pasados, mientras me dirigía hacia un servicio, escuchaba el programa de radio de Alicia Ortega y Miguel Guerrero en Zol FM, específicamente en un segmento donde le dan apertura a las líneas y la gente opina.
No recuerdo bien cual fue la circunstancia, pero uno de los oyentes le dijo a Miguel que en las próximas elecciones se iba a tener que ir a votar «tapándose la nariz», porque no había un candidato bueno, sino uno menos malo.
A esta opinión, Guerrero le contestó que -si él no estaba de acuerdo con ninguno- se abstuviera de votar, porque la abstención era una forma de castigo. Sigue leyendo