Comparto con ustedes la posición y las propuestas que ha asumido mi organización, Justicia Global, ante el paso de la tormenta Noel por el territorio nacional. Desde mi regreso al país, me he integrado formalmente a las labores de socorro y asistencia, de las que luego se enterarán. Luego colocaré lo que escribí mientras me encontraba esperando mi vuelo de conexión en Panamá, sobre este lamentable hecho.
Justicia Global
POSICIÓN Y PROPUESTAS ANTE LA SITUACIÓN NACIONAL
TRAS EL PASO DE LA TORMENTA NOEL
NOEL: No es un desastre natural, es un desastre SOCIAL
Por nuestra isla ha pasado la Tormenta Noel desde el domingo 28 hasta el miércoles 31 de octubre de 2007. Fueron las fuertes lluvias e inundaciones las que avisaron el paso de la tormenta a la mayoría de la población. El resultado ha sido una gran cantidad de personas muertas, heridas y damnificadas, zonas incomunicadas, puentes destruidos, viviendas inundadas. Pero esto no es un desastre natural; es un desastre social.
¿Por qué un desastre social? Hablamos de un desastre social cuando producto de las condiciones de vida de pobreza de la gente, el paso de un fenómeno natural se convierte en una tragedia. Es decir, que en el caso de que las condiciones de vida de la gente fueran dignas, el mismo fenómeno natural pasaría sin mayores consecuencias negativas. Veamos algunos ejemplos:
1. Hablamos de desastre social cuando en un país ubicado en el mismo trayecto de los huracanes y tormentas no se tiene la preparación suficiente para prevenir, atender y socorrer a las personas ante los fenómenos naturales. Es decir, cuando no se tienen los mecanismos de aviso en todo momento y a todas horas a la población más allá de los medios de comunicación. Pero además, cuando no se evacuan las zonas de peligro a tiempo, no se preparan los refugios a tiempo; es decir, las instituciones correspondientes no cumplen su rol.
2. Hablamos de desastre social cuando un mismo fenómeno natural afecta de manera diferenciada a ricos y pobres. Son los campesinos y campesinas, son quienes viven cerca de los ríos, son quienes tienen techos de zinc, son quienes viven bajo el puente, son quienes viven bajo techos de cartón, son quienes no tienen viviendas dignas quienes están en peligro en estas situaciones.
3. Hablamos de desastre social y no natural, porque la tragedia que estamos viviendo es producto de las desigualdades sociales y la irresponsabilidad de este Estado; no de las fuertes lluvias. Lo que debemos cuestionar no es ¿por qué llueve tanto? sino ¿por qué la gente vive en condiciones de pobreza? ¿por qué el Estado no se prepara para estos fenómenos naturales en temporada ciclónica?
Como vemos, esto es un desastre social, porque la actual situación nacional es producto del sistema político y económico que violenta a la mayoría de los seres humanos obligándoles a vivir en zonas de peligro. Es producto de un Estado sin institucionalidad, puesto que sus organismos no juegan el rol que les corresponde.
¿QUÉ HACER?: ¡A problemas colectivos, soluciones colectivas!
Es necesario que vayamos más allá de las respuestas que nos dicen que quienes «tienen más» deben dar de lo que les sobre a quienes «tienen menos». No se trata de liberar la culpa de esta sociedad porque la gente viva en condiciones de pobreza extrema. No se trata de que permitamos que los partidos políticos tradicionales continúen robando la dignidad a la gente con sus dádivas y donaciones.
Se trata de cuestionar las injusticias de esta sociedad. Se trata de tomar esta situación de crisis y recuperar nuestra dignidad de manera creativa, protagonizando nuestro desarrollo. ¿Cómo?
Exijamos nuestros derechos: La vida, la alimentación, la salud, la vivienda y la información son derechos humanos. Por tanto, no se mendigan, se exigen. Organicémonos para exigir al Estado y sus organismos, a los medios de comunicación y las distintas instancias sociales que cumplan su rol.
Exijamos con dignidad que quienes deban informar, informen; quienes deben socorrer, socorran; quienes deben atender, atiendan. Exijamos que se rindan cuentas sobre los ingenieros e ingenieras responsables de las construcciones de puentes y otras estructuras destruidas por el paso de Noel.
Promovamos y desarrollemos el trabajo colectivo y solidario: Promovamos los trabajos colectivos en las limpiezas de los conucos, de las calles, de las casas, de los ríos. Compartamos los alimentos y cocinemos en conjunto.
Rescatemos experiencias de organización creativa en situaciones de desastre. Por ejemplo, en San Cristóbal surgió la Asociación de Convites Campesinos del Ramón a raíz de la devastación de la comunidad por el paso del ciclón David en 1979. Esta organización todavía se mantiene hoy día.
Esto nos enseña, que debemos promover la solidaridad de las personas en la comunidad y generar mecanismos de trabajo colectivo que puedan perdurar en el tiempo y trascender el momento actual.
Hagamos educación popular: A partir de los problemas de salud que se generan en situaciones de desastre, desarrollemos comités de educación y prevención de enfermedades. Utilicemos los conocimientos sobre las propiedades medicinales de las plantas para prevenir problemas comunes como los digestivos, respiratorios y dermatológicos. Además, desarrollemos comités para promover la salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas en estas condiciones.
Promovamos educación sobre la necesidad de fomentar relaciones de solidaridad entre las familias, vecinos y vecinas para que se respeten los derechos humanos de todas las personas. Prevenimos así la violencia basada en género y el maltrato infantil.
¡Que se acaben las imágenes de la gente mendigando comida y vestimenta! Que esta situación nos deje a todos y todas la imagen de un pueblo con la frente en alto, que sabe afrontar las situaciones con unidad y fortaleza.
Con el trabajo colectivo y solidario desarrollamos nuestra comunidad, levantamos nuestra dignidad y transformamos la sociedad.
Sumame… tambien estos con ustedes
Saben que estoy con ustedes, pero justamente ese día estaré en la provincia Monseñor Nouel repartiendo los donativos.
pke