Hoy que no me hablen de malas noticias. Que si las Águilas fueron derrotadas ayer, que la gasolina no aparece por parte, que en ASECOS van a darse de a galletas en las elecciones (que por cierto, no aspiré al final, pero estoy apoyando otro candidato), que el calor está insoportable afuera, o que Juan Luis será recibido por la Primera Dama en el aeropuerto de La Isabela.
No.
Hoy la única noticia que me interesa es saber que sus brazos me esperan, como siempre, pero esta vez para celebrar que un día como hoy, hace tres años, iniciamos algo que fue «muy lindo, muy tierno, muy mío y muy tuyo». Una noche de estas, la luna y las estrellas fueron testigos del nuevo inicio de mi vida, un capítulo que se iniciaba. Juntos tu, yo y el inmenso silencio.
Han sido tres años, con sus altas y sus bajas, con sus duras y sus maduras. Una trilogía que nos ha hecho crecer como individuos y como pareja… me atrevería a parafrasear a New Page y decir «no fue un mes ni dos, fueron tres años» (en lugar de cinco, como dice la letra), pero prefiero escribir una nueva canción. Una que empieze en aquel punto final de la de Víctor Heredia cuando dice «sólo me hace falta que estés aquí con tus ojos…»
Catarsis Catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».