¡Bien por Leo!

Con JLS se inició mi vida al rock local. En aquellos días cuando era estudiante de último año de bachillerato en CEPID, una visita a «En acción con Manuel y Hermes» cambió mi visión de la música al ver a este fulano barbudo, quien a primera impresión me pareció un loco de esos que se deja caer por los canales de televisión, creando ruido con su guitarra (aquella Les Paul que desbarató en Nueva York una vez) y sus letras tan duras y directas (recuerdo que tocaron «Me da la gana» y «Dame tu sexo»)

Leo nos dejó unas cuantas ediciones de la última revista «Esperando el final» (para los que llevan anotaciones, fue la que creó «El oscuro» Matos, que luego sería el tecladista de Divinis Invocat) dedicada especialmente a JLS y a su trayectoria musical desde los días de Broom Hellda.

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