Contento, muy contento

 El día empezó bien. Anoche no pude verlo, pero «la trabajación» diaria me ha recibido con la información de que, durante la gala final de la Arroba de Oro dominicana, varios amigos salieron por la puerta grande… y de que uno en especial se alzó con la más grande.

Darío Martínez, una persona a quien admiro por una lista de razones tan laaaaarga como sus más de seis pies, se alzó ayer con dos arrobas: la de la categoría deportiva, en la que debutaba como nominado, y el Gran Premio… o sea, la «arrobota», con el portal Aguiluchos.com

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