Pasión.
Mordaza.
Secretos…
Nada comparado con la cuarta palabra, que me he decidido callar. O al menos hasta que se me escape por entre los poros, cual agua diluyéndose entre las arenas del tiempo y la nostalgia. La cuarta palabra es la motivación, el motor que me hace despertarme cada día y dar gracias a La Fuerza que me deja vivir. La cuarta palabra define todas las demás. Voluntariamente acepto el designio de mi existencia. Sin ser destinista me levanto y asumo que, así como todo ha ocurrido por una causa, esto también es parte de los aprendizajes.
Con pasión amordazo mis secretos. Pero estos se liberarán pronto. Y de qué forma.
Agosto 2008. VII Festival de Poesía en la Montaña, Jarabacoa. No puedo esperar.
No se a los demás lectores…pero a mi…esa «criatura» que ilustra a catarsis me provoca terror…mas que un bebe parece un demonio.
¡Qué chulería! Ojalá puedas darnos un recuento del festival a nosotros los que estamos lejos.
Pasión.
Mordaza.
Secretos
Motivación…. Siento que invado tu psiquis… Scary
si… me dio miedito esa foto 😦
y sigo a la espera a que liberes tus secretos
La enésima palabra es la unica que puede redimir. Esa que nunca aflora y se queda indeleble en el dominio del pensamiento. Todas las demas, incluso aquella aludida por usted, es solo una manifestacion de torpeza. Ellas todas nos exclavisan cuando salen de los dientes, reafirmando de este modo, nuestra condicion de maquina biologica. «Deja que el muzgo cresca en tu boca».
Todas las palabras son poderosas… todas y cada una.
Todas lo son. En este caso, yo he decidido darle más poder a esta. Cuando sea revelada, entenderás.
You don´t know the power of the dark side! jaja sí sí lo conoces… Sabes usar el lenguaje a tu gusto, gana y deseo, así se juega, mejor aún así se ESCRIBE
un abrazo
Esa foto da miedo, me acuerda la pelicula The Omen.
Es cierto, todo sucede por algo, y en todo lo sucedido podemos encontrar lecciones para la vida.
Me gusta sentir ese vértigo, el miedo a lo desconocido, porque también es parte de esa cuarta palabra
Beware of love
¿y cómo vivir sin …?