Dije anteriormente que la palabra que mejor define mi 2008 es «Secreto». No es porque sí. Durante los pasados 365 días aprendí mucho sobre lo que conlleva este concepto y sus extrañas redes y marañas. Aprendí a llevarlos, a guardarlos y a dejarlos escapar de cuando en cuando -sobre todo si la situación lo ameritaba-. Los secretos son tan de este mundo como nosotros mismos, quienes vivimos engañándonos mutuamente, empezando por nosotros mismos.