
Lanzando flores al mar, en homenaje a la primavera, durante el cierre del Encuentro
Venceremos…!
Ayer fue la clausura del 11mo Encuentro Internacional de Justicia Global «Arte y Revolución». Fueron 4 días (o un día de 64 horas, como lo bautizó Harry) de hermandad, solidaridad y arte. Mucho arte. Del comprometido con las causas más nobles y el pueblo. No sé cuantas veces me engrifé con las voces del coro feminista MUSE de Cincinatti ni cuantas veces me equivoqué traduciendo algunos discursos durante la noche inaugural, o cuantos viajes del hotel al local tuve que dar.
No lo sé y honestamente no me importa. Nada se compara a esa satisfacción, ese cansancio del deber cumplido, que uno experimenta al final. Nada se compara con escuchar a Fermín junto a los bi-urbanos cantando en el mismo espacio que Maika y Molly (from Indiana with love), o ver la queja de Ingrid sobre el no poder manifestar emociones cerca del Metro en el festival de teatro breve.
Faltó tiempo (y esto lo digo por mí) para compartir un poco de poesía… pero las ocupaciones no me dejaron.
Como dije ayer cuando improvisé una pequeña despedida frente a los compañeros que nos tiramos para Boca Chica (para que el compañero boliviano Felipe Machaca pudiese darse un bañito de mar Caribe), el compromiso es lograr completar un movimiento artístico revolucionario que tenga la fuerza para canalizar las transformaciones que buscamos. Desde hoy me declaro en franca y abierta espera a la Bienal Marginal «Silvano Lora» que vamos a organizar, en homenaje al máximo representante del arte comprometido dominicano.
Y como decimos en la organización,
«Que la paz, el amor y la Justicia Global sea con nosotros siempre»
Catarsis, catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».
Que así sea compañero…Se fueron pa la playaaaaaa… pero ya yo estaba muy eplota.
un abrazo