Hace un año, mis expectativas hacia la sexta edición de este encuentro eran muy sencillas: poder participar y romper el maleficio de los dos años anteriores, cuando no había podido. En esta oportunidad, no solamente estaré participando de la bellísima experiencia que significa respirar poesía y aire puro al mismo tiempo, sino que también me integro al equipo coordinador en la parte de programación (Taty, gracias por la confianza!) Sigue leyendo