Historias de aeropuertos

Aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza. Buenos Aires, Argentina.

Aeropuerto "Ministro Pistarini" de Ezeiza. Buenos Aires, Argentina.

«La más larga caminata comienza con un paso», reza un proverbio hindú. Y yo, sin pretensiones de filósofo, agrego: «Cualquier viaje al exterior, sin importar qué distante sea, tiene que pasar por un aeropuerto». Pues bien. Estamos trabajando un reportaje sobre los aeropuertos como destino de viajes. Los más grandes, los más atractivos visiblemente, los más cómodos, los más incómodos… y nuestras experiencia pasando por ellos. En mi caso particular, guardo buenos recuerdos de Ezeiza, el Mcarran de Las Vegas, la Terminal 7 de JetBlue en el JFK e incluso me gustó mucho el diseño del Luis Muñoz Marín de San Juan, Puerto Rico. Entonces, aquí es donde entran ustedes. Pueden dejar sus comentarios aquí o enviarmelos a alexei.tellerias@listindiario.com (pueden incluir fotos) sobre cuales le parecen a ustedes, según su experiencia, los mejores aeropuertos del mundo. Justifiquen sus respuestas e incluyan algunas experiencias. Las mejores formarán parte (15 minutos de fama incluidos) del reportaje. Así que se esperan y se agradecen sus aportes!

«El Método Gronholm» sigue en la Ravelo

Foto tomada de DiarioDigitalRD.com

Por haber ido el último día de su primera puesta en escena, no había tenido tiempo de escribir sobre esta segunda producción de T&M Productores Asociados (PROA)… o lo mismo que decir «Teo Terrero y Mario Lebrón» (el blanco y el negro de la nunca olvidada Peña y Trova con Claudio).

Pero ahora, «El Método…» está de vuelta en los escenarios. Más bien, en la misma sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito. Dirigida por Mario y producida por Teo , la propuesta escénica nos trae nueva vez a José Roberto Díaz, Amauris Pérez, Giamilka Román y Ernesto Báez  en este montaje original de Jordi Galcerán.

La volví a ver el pasado domingo y tengo que ser reincidente en mis planteamientos iniciales. Hay una muy buena puesta en escena, y una serie de detalles bien cuidados, que evidencian una buena dirección desde el trabajo de mesa y la calidad de las actuaciones.

Nada sobra, nada falta. Todo está colocado en el lugar preciso para brindar como resultado un espectáculo teatral que se respeta a sí mismo y al público que asiste, al tiempo de arrancarle carcajadas ante los extremos en los que raya un excelente guión sobre las relaciones laborales.

Aún les queda este fin de semana completo para ver sus últimas funciones. Viernes y sábados a las 8:30 de la noche y domingo a las 6:30 de la tarde. La entrada es de 400 pesos.