(Quería escribir estas líneas antes del inicio del festival, pero no se pudo. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de compartirlas con ustedes y con quienes tuvieron la oportunidad de conocer a Peter).
Febrero ya se añejaba en el calendario y el conteo regresivo para el inicio de Independence DOM 2013 estaba casi llegando a cero. Ese martes 19 llegabas, un par de horas después de Irene Loughlin, desde la Nueva York que radicaba tus esfuerzos de artista polaco.
Eliú me había pedido que esperara por ti en el aeropuerto porque no sabías español y «ya que vas a buscar a Irene, pues aprovecha y lo recoges a él». Si no hubiese sido porque llevé el afiche del festival, no hubiese sido posible encontrarnos. Con anterioridad a tu llegada, la otra pela -para mi- fue ubicar monitores viejos de computadora que estuviesen dispuestos a ser sacrificados en el nombre del arte acción. Fue una de tus peticiones para la pieza que presentaste en el Silvano Lora. Una alegoría del carácter finito de todo.
Mientras sobre las paredes se proyectaban imágenes en loop eterno de edificios derrumbándose, tú destrozaste las pantallas y hasta los bombillos que iluminaban tu acción, invitando a personas dentro del público a ayudarte.
Yo estuve entre ellos. En Puerto Plata no pudimos quedarnos para tu pieza en Isabel de Torres, y la documentación fotográfica me dejó preguntándome qué fue lo que hiciste. Un par de semanas más tarde, estabas de vuelta en Nueva York. Ahí nos compartiste todas las fotos que tomaste de todas nuestras acciones. Irene se sorprendió gratamente diciendo que «pocas veces se ve un artista del performance tan organizado».
Ahora entiendo por qué la rapidez. A nadie le dijiste que estabas terminal de cáncer. No nos lo hubiésemos creído tampoco. Tus piezas fueron una larga despedida, pero una despedida alegre. Fue tu última gran performance, la de vivir, tal vez emulando un poco a Tehching Hsieh cuando en 2000 lanzó como statement «I kept myself alive» como último acto de un duracional de trece años. Solo que en esta ocasión tú optaste por calidad de tiempo de vida.
Agosto nos sorprendió a todos con la noticia de tu partida. Quienes te conocimos quedamos impactados. La Plataforma Dominicana de Performance decidió dedicarte la 4ta edición de Independence Dom. Y yo, desde mis esquinas, también quise dedicarte la acción que me tocaba realizar, «Isolated», justo en el mismo lugar donde tú desbarataste las computadoras un año antes.
Por eso las paredes recibieron el saludo que te envié al infinito: «Pozdrowienia, Piotr» (Saludos, Piotr).
Aún conservo la tarjeta que me diste con tu dirección en NY. Es para mi una forma de recordar mi compromiso con el arte acción y con la vida. Espero que allá donde estés sigas dándole duro. Nosotros aquí no te olvidamos.
Catarsis, catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».