Al Reglamento 824 hay que eliminarlo y punto

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Esta Catarsis va a ser larga. O sea, LARGA. Pensé en dividirla en varias partes, pero siento que luego se puede perder el mensaje completo si lo hago. Disculpas adelantadas. 

La República, las censuras, el control pretendido que no es más que una utopía sólo alcanzable en años aciagos de dictadura y represión. El Reglamento 824 y la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR) que pretende regir todo lo concerniente a actividades multitudinarias y medios de comunicación masiva. La necesidad de una legislación actualizada y acorde con las nuevas circunstancias. Mucha tela por donde cortar.

Tengo varios meses en los distintos medios donde he tenido chance de hablar entrándole al Reg824, que establece los criterios y líneas de acción de la mentada CNEPR. También he tocado algo en este blog. Años y meses diciendo que a la CNEPR lo que hay es que disolverla. No arreglarla, no… disolverla, y que desde el INDOTEL se cree un mecanismo de regulación, NO DE CENSURA como es el caso en la actualidad.

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Canto a Santo Domingo Vertical – Abelardo Vicioso (a 50 años de 1965)

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Canto a Santo Domingo vertical

Abelardo Vicioso

Ciudad que ha sido armada para ganar la gloria,
Santo Domingo, digna fortaleza del alba,
hoy moran en mi alma todas las alegrías
al presenciar tus calles con movidas y claras,
el rostro erguido y bronca la voz de tu trinchera:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!

Sé que para engullirte como sardina rondan
treinta y seis tiburones en tu ardiente ensenada,
celosos de los hombres que construyen la vida
y nunca se arrodillan en sus grandes batallas.
y tú estarás de pie, diciendo al enemigo:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!

El cinturón de fuego que tu vientre comprime
puede volver cenizas la vastedad del mapa.
Pero quiere decirte, guardiana de mis sueños,
que todos sus infiernos y sus hombres se apagan
en el océano inmenso de los pueblos que gritan:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!

Quiero que sepas hoy que te amo más que nunca,
corazón de la vida que prefiere la Patria.
Que a todos los amores sembrados en el mundo
quito una flor y es poco para cantar tu hazaña.
¡Yanqui, vuelve a tu casa!

Tú estarás para siempre dibujada en mi pecho
de marinero en ruta tras la estrella del alba.
Tu voz será la música de mis noches de fiesta.
Y cuando en algún sitio la luna esté apagada,
desplegando mis velas repetiré contigo:
¡Yanqui, vuelve a tu casa!

¡Vuelve a tu casa yanqui! Santo Domingo tiene
más ganas de morirse que de verse a tus plantas.
Y si violas sus calles combatientes y puras
la tendrás en cenizas, pero nunca entregada.
En medio del silencio de la ciudad hundida
gritarán los escombros. ¡Yanqui, vuelve a tu casa!

Santo Domingo,
Junio de 1965.

(Incluido en el libro «Pueblo, Sangre y Canto», publicación del Frente Cultural Constitucionalista, Julio de 1965)

Ana María Fuster despide a Galeano

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No crean que no he querido despedirlo. He intentado varias veces iniciar una Catarsis que celebre la existencia y la vida del uruguayo Eduardo Galeano. Pero el tiempo (y las congojas, ay) no me han dejado terminar. Pero hoy, Ana María Fuster -mi manita mayor de la vida y la poesía- compartió conmigo estas letras que me ayudarán mejor a encontrar las palabras que lo despidan terrenalmente en su viaje hacia la inmortalidad.

utopía 1: palabras andantes

 

a Eduardo Galeano:

–La utopía está en el horizonte.

Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos

y el horizonte se corre diez pasos más allá.

¿Entonces para qué sirve la utopía?

Para eso, sirve para caminar.–

 

llueve horizontes sobre la palabra:

somos ciudad grafiti grito de abrazos

bocas del tiempo los hijos del hambre

palabras andantes como pequeños fuegos

como la sed que pinta tu cuerpo

como el cuerpo que siembra agua

como el agua conjugada de sueños

calma lucha vida beso:

un él y ella, también ella y su ella, él y su él

somos el insomnio que besa las calles

 

llueven caminos sobre un libro desierto:

abrimos las manos sembramos la sed

gota a gota sin miedo a crecer(amar)

mirarse a los ojos desnudos del eco

tomarse las manos brincar las murallas

hasta despertar como ráfaga solar

sin maquillaje pero con muchas ganas

libre isla escuela niños:

sin escupir abandonos, sin regresar a la nada

somos palabras andantes sin apellidos

 

 

llueve otra mañana sobre la noche:

la palabra germina, nos abre los ojos

tenemos derecho al delirio y sus infinitos

a contagiarnos de amor también de locura

engrafitar de colores la apatía

jugar al futbol jugar con rebeldía

llenar de abrazos cada frontera

coraje sombra estrella día:

palabras andantes palabras

somos todos un mundo, somos todos poema.

 

Ana María Fuster Lavín

Huracán Georges, 16 años después

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Tenía 17 años. Era mi segundo trimestre en INTEC. Ese lunes 21 de septiembre de 1998 tenía dos materias por la mañana y una en la tarde, lo cual me obligaba a bajar hasta mi casa en el residencial KG1 a almorzar. Internet aún no estaba tan desarrollado en el país y mi única fuente de conexión era el laboratorio del cuarto piso en el edificio FD del campus inteciano. Durante la mañana, hablábamos de un huracán que ya estaba azotando Puerto Rico pero que aquí… poca información. Apenas lo que advertía The Weather Channel y algunas páginas de meteorología. Los medios locales empezaban a hacerse eco. Al llegar a casa, mi madre me franqueó en la puerta y me dijo: «tú no vuelves hoy a la universidad, hay un huracán en camino». Sigue leyendo

Allende y Jara… ¡PRESENTES! #11S73

catarsisallendejara

Escribo sobre Víctor Jara y se me hace un nudo en la garganta. Pocos artistas han significado tanto para mi desde que tuve acceso a su música y a su modo tan particular de pensar. Triste que tengamos que recordar su muerte, su tan trágica e inmerecida muerte, que nos duele más que la vida tan prolífica y productiva que llevó. Porque se ensañó el rostro del oprobio contra sus manos y su lengua, porque no le perdonaron ser el cantante del pueblo pisoteado. No le perdonaron el miedo que le tenían al pueblo organizado, ese mismo al que Allende, el camarada presidente, se debía, y cuyas últimas palabras fueron de aliento al pueblo y a los trabajadores. A ambos hoy va mi silencio respetuoso, mientras una guitarra infinita las melodías de «El derecho de vivir en paz».

CAMARADAS ALLENDE Y JARA…
¡PRESENTES!
AHORA… ¡Y SIEMPRE!

Catarsis, catarsis.

«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».

20 años de la desaparición de Narcisazo #YoSoyMemoria

catarsisnarcisazo Hoy apago 33 velitas. Dentro de la celebración y los agradecimientos, tengo que recordar que, justo el día que cumplía 13 años, en la misma ciudad donde vivo un grupo de policías «arrestaba» a un hombre que días antes había llamado a la desobediencia civil contra el fraude electoral realizado apenas diez días previos en República Dominicana. Ese hombre no era cualquier hombre. Era Narciso González, profesor universitario, decimero, articulista y hasta libretista, que era mejor conocido como «Narcisazo». Era el autor de «el pueblo se queja en verso», pasado dirigente estudiantil y luchador revolucionario. Mis recuerdos de aquellos primeros días cuando reclamábamos «que aparezca viva y sano» siguen encendidos. Hoy, que Narciso sigue desaparecido y no hay nadie tras las rejas por su desaparición; hoy que desde el Estado se quiso empujar la tesis del suicidio para excusar la responsabilidad que tuvo en el crimen, hoy solo nos queda recordarlo y seguir luchando por justicia.

Catarsis, catarsis.

«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo». 

April 28th, 1965 #YoSoyMemoria

april28thcatarsis

 

Son las tres de la tarde in old Santo Domingo,
Una sombra camouflage descansa en lo alto de Molinos Dominicanos.
Poco importa que se llame Douglas Lucas
o que haya nacido en Indiana, Nashville o Wisconsin.
Son incontables las tumbas en su espalda
su mira telescópica está hambrienta de comunistas.
Otros cielos le han visto accionar su AR-15,
las montañas de Tel Aviv, los fangos de Korea,
las torres de Guantánamo, los techos de Langley.
El reloj no avanza.
En estos días no se fabrica harina
sino muerte,
y las panaderías son almacenes de hambre
para el ejército de Caamaño.

Fragmento de «Nineteen sixty five».

 

No quería dejar pasar la fecha de hoy sin recordar que un 28 de abril los Estados Unidos se «metieron» en una contienda civil casi resuelta para apoyar el lado opresor.

¡Que jamás se nos olvide!

 

Catarsis, catarsis.


«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».

A 49 años de Abril 1965 #YoSoyMemoria

catarsis24abril

Hoy se conmemoran 49 años del alzamiento armado cívico-militar que desencadenó en la oprobiosa 2da intervención norteamericana de 1965. Eran tiempos convulsos en el panorama mundial: Los Estados Unidos luchando por evitar que «La amenaza comunista» se propagase por el planeta y los dominicanos peleando por el retorno a la democracia que le fue arrebatada en septiembre de 1963. No tenemos que entrar en detalles ahora mismo porque para eso hay libros y documentales y muchos testimonios. Hoy, a 49 años, quiero reivindicar la labor del Frente Cultural, aquella pléyade de artistas que acudió al llamado de la patria y la soberanía mancillada. Es famoso el libro «Pueblo, Sangre y Canto», publicado en medio de la «Guerra de Abril», y de ese libro (que puede ser leido en PDF aquí) les comparto este poema de René del Risco Bermúdez que me ha impactado tanto.

Catarsis catarsis. Tras el salto, el poema. Sigue leyendo

5 recomendaciones en el #DiaDelLibro

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Pues bien. Hoy es día de Sant Jordi, fecha que también es conmemorada como Día Internacional del Libro. Y como periodista/escritor/pana que se guilla de lector, no quiero dejar pasar la fecha sin compartirles algo vinculado al libro y la lectura.

Así las cosas, en algún momento del año pasado, el autor peruano Martín Zúñiga me pidió cinco recomendaciones para publicarlas en el periódico Letra Cierta. Aprovecho la fecha de hoy para compartírselas.  Aquí van. Sigue leyendo

¡Hasta siempre, Sonia Silvestre!

soniacatarsis

No recuerdo exactamente cuando fue la primera vez que la escuché. Está en mis principales recuerdos de infancia. Con su cabellera rebelde y su potente voz en el Show del Mediodía o en Sábado de Corporán.

Eran los tiempos de «Corazón de Vellonera» y «Mi guachimán», composiciones con las que Luis Días inventó el «tecnoamargue». Y Sonia fue la voz que le dio voz (valga la cacofonía) a todo aquello.

Mi memoria registra como la primera vez que la vi en vivo el concierto «Un mañana para todos», en 1993, cuando Sebastian del Caribe lanzó el Club UNITE. Entre todas las canciones que cantó el pool de artistas (Maridalia, María Cordero, Jazmín Objío, Frank Ceara, José Antonio Rodríguez, Víctor Víctor y Manuel Jiménez) yo recuerdo a Sonia con una excelente versión de «Sueño de una noche de verano» de Silvio.

Todavía hoy cuando escucho «Si capturo al culpable de tanto desastre/lo va a lamentar/lo va a lamentar», lo hago con su voz.

Meses después, en ese mismo año, Sonia participó en la producción de «El Libro de la Selva» que hicieron Patricia Ascuasiati y Gracielina Olivero en el Teatro Nacional. No recuerdo bien cual personaje hizo pero sí recuerdo claramente la canción principal, que era la de advertir a todos los animales de la selva que Shere Khan, el tigre, venía en busca de Mougly, el cachorro humano.

Para ese entonces mi madre estaba casada con el papá de Patricia y, por cosas de la vida, la fiesta final luego de la última función se hizo en mi casa. Y allá fue Sonia, junto con todo el elenco (entre los cuales estaba Tony Almont y Domingo Villalona junto con Roy Tabaré, entre otros).

Recuerdo que me sentí super mega honradísimo de saberla en mi casa.

Crecí y seguí viendo a Sonia en varios lugares, en varios espacios y conciertos. En algún momento pensé en acercarme para bromear con el hecho de que el colectivo literario «El Arañazo» pudo haber sido influenciado inconscientemente por su interpretación de «Si pienso en nuestras canciones» (que todo el mundo llama «El arañazo») pero la oportunidad no se dio.

No estábamos preparados para su partida física. Nunca lo estamos, pero en el caso de Sonia, cuando figuras de su tamaño deciden ausentarse de nuestro plano, el asunto duele con mayor fuerza e intensidad.

En algunos minutos su cuerpo estará reposando en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez. Yo, desde este cielo tan irónicamente soleado, celebro su vida y su legado. Así la mantendré viva en mi corazón, al igual que quienes siempre la valoramos y reconocimos.

Que descanse en paz.

Catarsis, catarsis.

«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».