«Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionano.»
En especial para todos aquellos que creen que uno no debe reivindicar ejemplos como el de Víctor Jara porque «no hizo nada por este país». Hay que empezar a ver más allá de los 45 mil kilómetros cuadrados y entender, de una buena vez, que «nuestra patria es América».
(Sorry, es que tenía esa pendiente desde hace unos días)
Catarsis, catarsis.