La Catarsis de hoy se viste de denuncia. En días pasados, al hablar con mi amiga Arlina Peña sobre varias cosas, ella me contó sobre el mal momento que está pasando gracias a una serie de «inconvenientes» con el banco Popular. Inconvenientes que no han sido su culpa, puesto que no han obedecido a errores suyos (y sabrá Dios de quién) y que me han puesto a pensar si es que los dominicanos y dominicanas que tratamos de vivir nuestras vidas bajo el amparo de lo correcto estamos completamente indefensos.
Arlina está ahora mismo preparándose para recurrir legalmente en contra del citado banco, y en lo que eso ocurre, le he pedido que comparta su testimonio con nosotros. Aquí les va.
Y si bien estoy de acuerdo con lo planteado con Arlina, tengo que utilizar el subterfugio legal de «los conceptos emitidos en esta Columna Invitada son de la absoluta responsabilidad de su autora».
Catarsis, catarsis. Tras el salto, la denuncia.