Nada, al juzgar por los últimos hechos. Intercambios de disparos, muertos, heridos. El mismo modus operandi, la misma excusa: no se querían detener en lo oscuro y les dispararon. El propio gobierno llamando a la Policía a no dispararle a civiles. ¿Es que de buenas a primeras las vidas humanas son valor de cambio en el mercado? En estos días he escuchado varias versiones señalando que todo esto son conflictos internos dentro de la propia uniformada para «hacer brincar» al jefe de la PN, cosas que suceden cerca del 27 de febrero y el 16 de agosto, y yo no dejo de preguntarme «¿vale tan poco una vida a los ojos de los grises?» Que de buenas a primeras sean los civiles quienes tengamos que pagar las divergencias policiales es algo que a mí me tiene -insisto- con miedo. Con mucho miedo. Con un temor de estar fuera de mi casa después del anochecer hasta que la situación amaine. No quiero aportar mi vida a una discusión que no me incluye y que no me compete. No quiero ser la próxima víctima y que mi muerte sea en vano. Cuando vienen a ver, me tienen un expediente guardado y de tó…
Catarsis, catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».