La verdad sea dicha. Leonel Fernández aprovechó el momento de brillar bajo el «spotlight» y logró que América Latina tuviese un buen show, al menos por ahora. ¿Se pudo pensar, hace una semana, que Correa, Uribe y Chávez pudieran entenderse y darse un abrazo?
A pesar de que, en ocasiones, estuvimos cerca al una nueva edición del «¿por qué no te callas?», nuestro presidente supo mantener el orden y no dejar que la sangre llegara al río.
Enhorabuena señor Presidente… usted es una línea para la OEA (no engañemos a nadie, todo el mundo sabe que ese es su mayor aspiración).
Catarsis, catarsis.
«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».