A muchos nos movió el piso haber visto ayer el «Un tiempo después» (excelente programa conducido por Yolanda Martínez junto al tremendo equipo que la apoya en la producción) sobre «Siete días con el pueblo». Sin dudas, esa jornada de música y protesta es nuestro principal referente de rebeldía popular. Tal vez uno de los puntos que -en Twitter- generó mayor controversia fue el comentario del sociólogo y empresario artístico Cholo Brenes (uno de sus organizadores) respecto a que un evento como ese no se puede volver a repetir porque «aquí no hay juventud ni sindicatos».
Yo podría estar de acuerdo con Cholo en tanto las condiciones que imperaban en los setenta no son las mismas (y que muchos artistas ya no tocan «por amor al arte», sumado a la logística que implicaría en estos días hacer algo así) pero no concuerdo para nada en tanto a su pesimismo respecto a la juventud dominicana.
Cholo está negando una trayectoria de rebeldía que ha continuado, pese a los duros golpes de la intolerancia gubernamental, en nuestra historia reciente. Cholo está negando a Nicolás Valerio, Chú Diplán, las luchas del FALPO, los vestigios del movimiento estudiantil (aunque esa es otra historia) pero también está negando a Narcisazo en los últimos años antes de su desaparición, a Roberto Duvergé,y las distintas organizaciones, movimientos sociales e iniciativas ciudadanas que han estado sobresaliendo en este final de década.