Ante el rompeolas

Foto: Leo Santiago/Listín Diario

Foto: Leo Santiago/Listín Diario

En esta semana estuve por la plaza Juan Barón, tomando unas fotografías junto con el compañero fotógrafo Leo Santiago para un reportaje sobre su remodelación y no pude evitar irme en una cuando llegué al punto que se ve en la fotografía de allá arriba. Si bien la sola presencia del mar me traslada hacia una nostalgia tan profunda como su lecho, la contemplación del trazo de las piedras que ya no resisten su furia me hizo recordar su presencia en mi vida.

Me redescubrí costeño en una metrópolis que le ofrece su espalda y al mismo tiempo sentí sobre ella todo el peso que ha tenido el Malecón en mi propia historia. Las moles de concreto me contaron, sin hablar, las historias de cuando eran grandes vallas publicitarias visibles desde ese punto donde partían los ecos de Montesinos.

Me fui de la plaza con la cabeza preñada de sueños y de poesía. Y, como recuerdo, esta foto.

Catarsis, catarsis.

«Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo».