Desde La Recia: «Abraham»

Sonajero – Abraham

Por Grisbel Medina R.

En teoría son las patrullas que debieran patrullarnos la vida. En el librito son la escolta uniformada de la población. En la vida real, después de los anuncios, la Policía que merodea la noche, es un vagón de miedo y armas largas, enquistado casi siempre entre sombra y tiniebla.

Como si no nos faltaran tragedias por llorar, el día de su cumpleaños y al lado de su padre, Abraham Montero Morel, estudiante de término de Derecho en la UASD, fue noqueado con un proyectil policial. El muchacho de 23 años no quiso pararse en el lugar oscuro donde la patrulla le ordenó. Lo hizo un chin mas adelante, en lo claro. Y allí precisamente lo mataron.

Lamentable

No existe otro término que defina mi opinión del triste suceso de ayer frente a la secretaría de Educación, cuando un grupo de organizaciones juveniles (FEFLAS/Juventud Caribe, FELABEL, UNER y La Multitud, entre otras) fue a llevar un documento de protesta y un «acto de alguacil» a la titular, Alejandrina Germán, para convocarla a un juicio moral que se le pretende realizar la semana que viene.

Vaya regalito para el Día del Periodista

Entonces anoche un contingente policial no dejó entrar al colega Raúl Pérez Peña (Bacho) a Cinevisión, canal 19, donde este produce y transmite su programa «Nocturnal» alegando «Ordenes superiores». En vísperas del 5 de abril, Día Nacional del Periodista, esto me parece un flaco servicio a la libertad de expresión. ¿Es que no terminan de entender que silenciar voces no sirve de nada en este siglo 21 y en esta «Era del conocimiento»?

Un poco de por favor, como dice La Moma. Que se ahorren los espacios pagados este sábado, que a nosotros, los que no somos bocinas, nos van a saber a m…

Tito Kayak la hace de nuevo

 

Cuando Puerto Rico ocupaba gran parte de mis intereses en Internet (por un viaje de razones que no vienen al caso ahora mismo, conocí el caso de «Tito Kayak» y su lucha tan, digamos, particular en defensa del medio ambiente y la salida de la marina estadounidense de la Isla de Vieques.

Una de sus acciones en esos días fue treparse a lo más alto de la estatua de la Libertad y colgar allí las banderas de Puerto Rico y la «isla nena» para llamar la atención sobre la lucha de los puertorriqueños (y en particular de los viequenses) a partir de la muerte de David Sanes.