2 golpes muy fuertes… yo sí sé!

A cada uno lo conocí en momentos distintos de mi vida. A uno, mientras seguía mi pasión por las artes escénicas y gracias a Claudio Rivera, quien nos llevó un 27 de febrero a San Pedro. En Miramar, fuimos a su casa y fue notorio darse cuenta de que «Linda» respiraba por una tradición danzaria y artística y que se había comprometido a mantener. Varios años después, me sentí emocionado como el que más cuando la secretaría de Cultura lo coronó rey del Carnaval Dominicano, en el 2006.

Del otro, tenía referencias desde bien saliendo de la adolescencia, pero nunca tuve contacto directo hasta el año pasado, cuando tuve chance de conocerlo, entrar a su taller y conocer más de cerca sobre su forma tan particular de sentir y de manifestar los pensamientos sobre el lienzo.

Dos grandes, a su modo cada uno. Dos titanes de la cultura y de nuestro diario vivir. Mi alma lleva desde ayer un crespón negro en recuerdo del paso a la inmortalidad de Goico y «Linda». Con nosotros se quedan sus obras y el compromiso de no detenernos jamás… aunque el taller de la Sánchez y la casita de Miramar, SPM, sentirán mucho sus ausencias.

Catarsis, catarsis.