Si, la verdad sea dicha. La noticia del día es el nuevo Metro de Santo Domingo. Ayer, mientras los locutores se peleaban por el título de quién daba más loas a la nueva obra de «Tío Leonel», nuestro primer mandatario estrenaba las tres estaciones que ya están listas. Vamos, que realmente se vió bonito circulando por entre el túnel y luego encima de Villa Mella. Qué importan los contrastes de la pobreza circundante? Lo importante es que ya nuestra ciudad está más cerca de ser el «Nueva York chiquito» que, a la usanza de Martin Luther King, soñó Fernández para nuestro país. Ya tenemos los «pollitos», símil de los «yellow cabs», los túneles y elevados le dan un toque urbano chic al área metropolitana (al margen de que funcionan). Ahora solo nos falta, como me dijo el colmadero esta mañana, poner tubos de PVC sobre el viaducto para echar nieve falsa.
Eso sí, los molotes de gente luchando por montarse son una premonición de que el «péguense como anoche» sólo va a cambiar de envase.